Proyecto Educativo

Actualmente el Instituto tiene más de 100 alumnos en nivel inicial, 340 en primario y 290 en secundario

Un camino de crecimiento comunitario

Entendemos la educación como el proceso intencional por el cual, bajo la guía de padres y maestros, la persona avanza hacia su plenitud por la adquisición de virtudes intelectuales y morales. Cuando se abre a la acción del Maestro Interior, el Espíritu Santo, esa plenitud humana se reconoce como santidad. Se tiene en cuenta que una buena enseñanza está basada en la verdad y es formativa, es decir despliega capacidades y genera competencias en el marco del respeto a la persona y la búsqueda de las virtudes humanas: prudencia, fortaleza, justicia y templanza.

Dicho fin se podrá concretar si se constituye una comunidad educativa cuya meta fundamental sea impartir a todos una educación cristiana basadas en las enseñanzas de nuestra Santa Iglesia, teniendo como modelo a Cristo y a la Santísima Virgen.

Es importante lograr un ambiente en el que primen aquellos valores que contribuyen a la formación integral de la persona humana, poniendo a los educandos en situación de asumirlos. Ellos se constituirán en principios directivos, formando en ellos una específica concepción del mundo y de la vida, respetando la dignidad, la libertad, los derechos de los demás y el amor a sus semejantes, pudiendo participar así en la sociedad en la que le ha tocado vivir.

La educación debe tener una función proyectiva, ya que no se limita al tiempo en que el alumno está bajo la estructura escolar, sino que debe extenderse a toda la vida del educando brindándole los elementos necesarios para que, por sí solos, pueda continuar dicho proceso.

Lo específico de todo colegio católico debe ser la presencia del Espíritu del Evangelio, vivido por personas concretas y comprometidas en su misión que estará dado por «el amor a la Virgen Inmaculada, contemplada como modelo auténtico cristiano».

Principios fundamentales

Para lograr estos objetivos es indispensable:

  1. Una programación que de prioridad a los valores esenciales que favorezcan la integración, la iniciativa, la creatividad y que lleven al descubrimiento de la propia identidad.
  2. Permanente diálogo entre los miembros de la comunidad educativa, lo que permitirá en enriquecimiento de la tarea y el mutuo perfeccionamiento.
  3. Personal docente concientizado, actualizado y ubicado en sus tareas que no solo se limite a transmitir sus conocimientos intelectuales, sino que brinde testimonio de fe y sentido de la caridad cristiana.
  4. Estímulo y especial atención a cada alumno, teniendo en cuenta que s un ser singular que se desarrolla y aprende con un ritmo propio.
  5. Atención a la enseñanza religiosa, moral, intelectual y física, para lograr un desarrollo armónico de la personalidad.
  6. Una visión cristiana del mundo y una pedagogía orientada hacia los principios evangélicos.
  7. Evaluación constante de la enseñanza y sus rendimientos.
  8. La consideración de que en las conciencias de nuestros alumnos, incide nuestra presencia y coherencia de vida.

Es por eso que les proponemos a los integrantes de nuestra comunidad, la adhesión al siguiente reglamento de convivencia:

Reglamento Nivel Inicial
Reglamento Nivel Primario
Reglamento Nivel Medio